viernes, 1 de noviembre de 2019

Lagartos, con el mundo a cuestas (FAUNA SILVESTRE GUATEMALA)


Su acecho es un ataque latente. De una inmovilidad casi absoluta pueden pasar a la arremetida con la velocidad de un parpadeo. Si no están con la panza llena, ni siquiera se molestan en esconderse: de un profundo letargo a la orilla de su humedal, encima de un tronco a medio sumergir o a escasos centímetros de la superficie del agua, apenas nariz y ojos fuera de ella, un repentino asalto puede suceder en pocos segundos. Esto ha impresionado al Hombre de todos los tiempos, y le ha hecho guardar un respeto casi místico por los lagartos.

No es para menos. Una fuerza descomunal, tan poderosa como la de un toro, unas fauces con dientes y músculos que hacen de la dentellada un arma mortífera, la asombrosa rapidez que logra alcanzar en el agua, la embestida sigilosa y taimada, por lo común certera, y la mirada de ojos siniestros que parecen alcanzarlo todo, convierten a estos animales en formidables depredadores en los medios acuáticos. Poco probable es que no se les asignen poderes sobrenaturales.

En la cosmogonía maya ancestral la Tierra era cargada por un enorme cocodrilo. Y consideraba que debajo del imponente cuerpo estaba el inframundo, lugar oscuro que habitaban los muertos acompañados de animales poderosos, dueños de las sombras, temibles. Consecuencia de tal concepción fue que, para algunos pueblos, el mundo era un enorme cocodrilo sobre el que habitan los hombres de la cuarta creación, la que actualmente vivimos.

El cosmos maya antiguo creyó que la tierra sobre la que se caminaba era la espalda de un gigantesco lagarto y que encima se desarrolló la Naturaleza, de la que formaban parte. Para nosotros ahora, y sin duda antes para el pueblo maya, no sería difícil vincular al prodigioso saurio con Itzamná, deidad relacionada a la energía fecundante del Universo. En muchas de sus representaciones se le muestra emergiendo de las fauces de un cocodrilo.

En otras grafías, Itzamná es una serpiente alada, o un "dragón" que combina atributos de ave, jaguar, venado y lagarto. Al hacer coincidir en ella opuestos cósmicos se le hace símbolo de la armonía de contrarios. Nuevamente los lagartos ceden rasgos corpóreos, con serpientes, tiburones y seres vegetales, al dragón que simboliza la Tierra. Las civilizaciones antiguas veneraron a este reptil como representación del poder.

Se asocia con Imox, el decimoprimer Ruwách (nawal) del mes maya (winaq) de veinte q'ijab (días) en el sagrado, cholq'ij. Representa inteligencia y el lado izquierdo; al brazo izquierdo, cuya misión es ayudar al derecho a realizar una cooperación eficaz con Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra en el desenvolvimiento del mundo y la humanidad. Simboliza la energía oculta en el Universo, por eso Imox nombra a las cosas ocultas o secretas. Día cuando las fuerzas de la Naturaleza se hicieron peligrosas, pero día que propone orden como equilibrio del desorden. Encarna agua y mar, intranquilidad y locura, pero también al cerebro. El día se vincula también con tiburones y tortugas.

Crocodylus actus Relacionados: Crocodylus moreletti, lagarto chato, cocodrilo negro o lagarto de pantano. Caiman cocodrilus, el lagarto del pacífico.

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