martes, 25 de septiembre de 2018

Los doce trabajos de Hércules



Hércules, hijo de Zeus y héroe de la humanidad, estaba horrorizado al darse cuenta que acababa de cometer el crimen más indescriptible que se pueda imaginar. La diosa Hera, que odiaba a Hércules por haber nacido del adulterio de su marido, lo había puesto temporalmente bajo una maldición de locura.

Y la víctima fue su propia familia.

Consumido por la pena, Hércules buscó al Oráculo de Delfos, quien le dijo que la fórmula para redimirse estaba con su primo, el Rey Euristeo de Tirinto, uno de los favoritos de Hera. Euristeo esperaba humillar a Hércules con diez tareas imposibles que lo enfrentarían a monstruos invencibles y fuerzas insuperables. En cambio, el rey preparó el escenario para una serie épica de aventuras que llegarían a conocerse como los Trabajos de Hércules.

El primer trabajo fue matar al León de Nemea, que secuestraba mujeres y devoraba guerreros. Su pelaje dorado era impenetrable para las flechas, pero Hércules arrinconó al león en su cueva, lo golpeó con un palo y lo ahorcó a mano limpia. No encontró una herramienta lo suficientemente afilada para despellejar a la bestia, hasta que la diosa Atenea le sugirió que usara una de las garras del animal. Hércules regresó a Tirinto con la piel de león, asustando tanto al rey Euristeo que este se escondió en una jarra de vino. A partir de ese momento, se le ordenó a Hércules presentar sus trofeos desde una distancia mayor.

El segundo objetivo era la Hidra de Lerna, una serpiente gigante con muchas cabezas. Hércules luchó ferozmente pero cada vez que cortaba una cabeza, le crecían dos más en su lugar. La batalla fue inútil hasta que su sobrino Yolao pensó en cicatrizar los cuellos con fuego, evitando que las cabezas volvieran a crecer. Los restos de la serpiente muerta se convirtieron en la constelación de Hidra.

Ahora, en lugar de matar a una bestia, Hércules tendría que atrapar a una viva. La Cierva de Cerinea era una cierva más rápida que una flecha. Hércules la siguió durante un año hasta finalmente atraparla en la tierra del norte de Hiperbórea. El animal resultó ser de los favoritos para Artemisa, diosa de la caza, y Hércules juró devolverla. Cuando Euristeo vio a la cierva exigió quedársela, pero tan pronto Hércules la soltó, el animal corrió hacia su protectora. De este modo Hércules completó su tarea sin romper su promesa.

La cuarta misión era capturar al Jabalí de Erimanto, que había destruido muchos campos. Aconsejado por el sabio centauro Quirón, Hércules lo atrapó persiguiéndolo en la nieve espesa.

Para la quinta tarea, no había animales, solo su estiércol. Los establos donde el Rey Augías guardaba sus cientos de reses divinas tenían años de no lavarse. Hércules prometió limpiarlos en un día si podía quedarse una décima parte del ganado. Augías esperaba que el héroe fallara. Pero Hércules cavó enormes trincheras, reencauzando dos ríos cercanos para atravesar los establos hasta que quedaron impecables.

Luego vinieron otros tres enemigos bestiales, cada uno requirió una estrategia inteligente para ser derrotado. Las Aves carnívoras del Estínfalo anidaron en un pantano impenetrable, pero Hércules usó el sonajero especial de Atenea para asustarlos en el aire y en ese momento los derribó. Ningún mortal podía vencer la furia del Toro de Creta, pero con un ahorcamiento desde atrás lo logró. Y el loco Rey Diomedes, que había entrenado a sus caballos para devorar a sus invitados, recibió una cucharada de su propia medicina cuando Hércules lo echó a sus propios establos. La fiesta que siguió calmó a las bestias lo suficiente como para que Hercules les atara la boca.

Pero el noveno trabajo involucraba a alguien más peligroso que cualquier bestia, Hipólita, Reina de las Amazonas. Hércules debía recuperar el cinturón que le había dado su padre Ares, el dios de la guerra. Navegó a la tierra amazónica de Temiscira preparado para la batalla, pero la reina estaba tan impresionada con el héroe y sus hazañas que ella misma le dio el cinturón voluntariamente.

Para su décimo trabajo, Hércules tuvo que robar una manada del ganado rojo mágico de Gerión, un gigante con tres cabezas y tres cuerpos. En su camino, Hércules estaba tan molesto por el calor del desierto de Libia que le disparó una flecha al sol. El dios del sol, Helios, admiraba la fuerza del héroe y le prestó su carroza para que viajara a la isla de Eritía. Allí, Hércules luchó contra el zagal de Gerión y su perro de dos cabezas, antes de matar al gigante él mismo.

Eso debería haber sido el final. Pero Euristeo anunció que dos trabajos no habían contado: la Hidra, porque Yolao había ayudado a Hércules a matarla, y los establos, porque había aceptado pago.

Y entonces, el héroe se dedicó a su undécima tarea, tomar manzanas de oro del jardín de las Hespérides. Hércules comenzó atrapando al anciano del mar hasta que este le revelara la ubicación del jardín. Una vez allí, el héroe encontró al titán Atlas sosteniendo los cielos. Hércules se ofreció a tomar su lugar si Atlas iba a traer las manzanas. Atlas obedeció con entusiasmo, pero Hércules luego lo engañó para que intercambiara lugares de nuevo, escapando con manzanas en la mano.

La duodécima y última tarea fue traer a Cerbero, el can de tres cabezas que guarda el inframundo. Ayudado por Hermes y Atenea, Hércules descendió y se encontró con el mismo Hades. El señor de los muertos permitió a Hércules tomar a la bestia si podía hacerlo sin armas, lo cual logró agarrando sus tres cabezas a la vez. Cuando presentó el can a un horrorizado Euristeo, el rey finalmente declaró completo el servicio del héroe.

Después de 12 años de trabajo duro, Hércules había redimido las trágicas muertes de su familia y ganó un lugar en el panteón divino. Pero su victoria tuvo una importancia aún más profunda. Al vencer las fuerzas caóticas y monstruosas del mundo, el héroe acabó con lo que quedaba del orden primordial de los Titanes, reconfigurándolo en uno donde la humanidad pueda prosperar. A través de sus trabajos, Hércules dominó la locura del mundo expiando la suya.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Comprar directamente de Amazon a Guatemala

Comprar de Amazon a Guatemala, sin courier intermediario en Miami, es posible y podría incluso ser mejor porque hay compras que por ser pequeñas no pagan impuestos. 

El proceso es más o menos así: al entrar en Amazon, se selecciona el país del lado superior izquierdo de la página y luego se busca lo que uno necesita. Al comprar, Amazon cobra el envío directo a Guatemala, que usualmente lo hace por DHL, ofreciéndo entregarlo en 3 semanas aproximadamente en el servicio de entrega económico hasta la puerta de la casa. La orden pasa más o menos una semana sin moverse porque al procesarla con DHL el envío viene de EEUU en un par de días vía Miami-Panamá-Costa Rica-Guatemala. Al llegar a Guatemala, si la compra es menor, DHL la entrega en el siguiente día habil a menos que no tengan cobertura en la zona del destinatario en cuyo caso mandan un correo cobrando un recargo para mandarlo por Cargo Expreso que lo entrega en 2 días. Se debe pagar en línea como si fuera el cobro de impuestos normales.

El cobro adicional de DHL para enviar por Cargo Expreso es un poco elevado, por lo que si se tiene duda de la cobertura en la dirección de entrega se recomienda llamar a DHL Guatemala desde que Amazon confirma el envío del producto, para verificar cobertura y si no hay, entonces con el número de tracking solcitar que la entrega sea en una agencia cercana. Todo esto debe hacerse antes de que llegue a Guatemala, porque al ingresar al país se le hacen todos los recargos aplicables y no hay marcha atrás.

Si la compra es por un monto mayor, igual DHL hace el trámite y manda un correo cobrando los impuestos para continuar el proceso de entrega. Al final la compra puede llegar unos 15 días después de realizada en Amazon a un costo menor que con courier en Miami.

jueves, 6 de septiembre de 2018

La ciencia de los rayos o relámpagos

Los rayos o relámpagos producen fertilizante para las plantas.

Echemos un vistazo a cómo inicia un relámpago. La comprensión que los científicos tienen sobre el proceso todavía es incompleto en algunos aspectos, pero tenemos una idea general relativamente buena. Dentro de una nube de tormenta, las temperaturas frías y las corrientes de aire ascendentes proporcionan las condiciones perfectas para la generación de rayos. Pequeñas gotas de agua súper enfriadas son llevadas hacia arriba en la nube por las corrientes ascendentes, junto con pequeños cristales de hielo. Las gotas de granizo fino más denso (llamado graupel) son comparativamente inmóviles o se mueven hacia abajo.

El movimiento opuesto de los cristales de hielo y el graupel en la nube inevitablemente provoca colisiones. Durante estas colisiones, hay electrones que se transfieren entre ambos. Como resultado, los cristales de hielo y las gotas de agua súper enfriadas se cargan positivamente y el graupel se carga negativamente. Con los cristales de hielo acumulándose arriba y el graupel acumulándose abajo, muy pronto se acumula una diferencia de carga eléctrica entre la parte superior e inferior de la nube. La parte superior de la nube se carga positivamente, mientras que el centro y la base se cargan negativamente.

No solo la nube se altera con este proceso. La acumulación de carga negativa en la base de la nube repele a los electrones que hay debajo de ella en el suelo. Eventualmente, la atracción entre la base con carga negativa y la tierra con carga positiva es lo suficientemente grande como para que una corriente de electrones salte desde la nube a aproximadamente 400,000 kilómetros por hora - un rayo.

Un rayo de nube a tierra, los rayos que caen al suelo, es solo uno de los posibles resultados del desequilibrio de carga en las nubes de tormenta. Los relámpagos también pueden saltar entre las regiones cargadas dentro de las mismas nubes sin tener llegar al suelo o saltar entre nubes separadas.

Además de ser rápidos, los rayos pueden calentar el aire circundante a una temperatura increíblemente alta. Se estima que la temperatura del aire a través del cual pasa el rayo puede alcanzar hasta 30,000˚C, significativamente más caliente que la superficie del sol. Es esta temperatura tan alta la que causa el trueno que acompaña a los rayos. El calentamiento del aire cercano hace que se expanda rápidamente pero luego se enfría y se contrae. Esto crea la onda de choque sónica a la que nos referimos como trueno.

Debido a que el sonido del trueno viaja a una velocidad mucho más lenta que el relámpago, puedes usarlo para estimar la distancia que estás de un rayo. El sonido viaja a aproximadamente 343 metros por segundo en el aire, por lo que el sonido del trueno recorre aproximadamente 1 kilómetro en 3 segundos. Si puedes ver el rayo, ¡puedes calcular cuán lejos está la tormenta!

Nuestra discusión hasta ahora se ha centrado en la física, pero también hay algo de química interesante en las tormentas eléctricas. Si alguna vez has estado convencido de que puedes oler que viene una tormenta, no estás equivocado. El olor extrañamente dulce y picante que a veces precede a una tormenta es el del ozono. Los relámpagos dividen las moléculas de oxígeno diatómico en la atmósfera en átomos de oxígeno individuales. Estos pueden combinarse con otras moléculas de oxígeno para formar ozono.

El tinte azul-violeta que los rayos toman a veces es consecuencia de la ionización de moléculas en el aire. En particular, las emisiones de átomos de nitrógeno y átomos de hidrógeno excitados (este último a partir del vapor de agua en el aire) son las que dan como resultado estos colores.

El nitrógeno también está involucrado en la química adicional del rayo. A las altas temperaturas que generan los rayos, hay suficiente energía para que el nitrógeno y el oxígeno del aire se combinen formando óxidos de nitrógeno. A su vez, estos óxidos de nitrógeno pueden disolverse en el agua de lluvia y formar nitratos, que son importantes para el crecimiento de las plantas. El proceso de nitrógeno generalmente no reactivo que se convierte en nitratos que las plantas pueden usar se denomina "fijación de nitrógeno". Los rayo producen hasta 3-10 teragramos de nitrógeno fijados por año (en comparación con 100-300 teragramos fijados por bacterias).

Ese no es el final de los procesos que pueden desencadenar los rayos. Investigaciones recientes han demostrado que los rayos gamma liberados por los rayos pueden provocar reacciones nucleares a pequeña escala en la atmósfera. Este proceso natural puede generar diferentes isótopos de nitrógeno, oxígeno y carbono.