*CRONICA, 5 de noviembre de 1992.
Las recientes inundaciones han hecho aflorar en los peteneros el sentimiento de abandono en que los tiene el Gobierno central.
Las recientes inundaciones han hecho aflorar en los peteneros el sentimiento de abandono en que los tiene el Gobierno central.
SENTADO en las gradas de una casa
vecina, un sexagenario observa, al otro lado de la calle, su vivienda
inundada desde hace ya un mes. Frente a la fila de tasas abandonadas
por las inundaciones nadan varios niños que se divierten bañándose
en las calles anegadas. El anciano logró sacar a tiempo sus
pertenencias y las trasladó a otro lugar, pero sus vecinos,
confiados en que el nivel del agua bajaría, no hicieron caso de la
creciente y hoy flotan sus zapatos bajo las camas. Él espera que el
agua vuelva a su nivel normal para reparar los daños. Sin embargo,
ignora que el crecimiento del nivel del agua es un fenómeno cíclico,
natural, y que las posibles soluciones son muy riesgosas y
antieconómicas. Igual que él, Jorge Guzmán, un vecino local,
piensa que para solucionar el problema del lago debe eliminarse el
relleno que va de la isla de Flores a Santa Elena.
LOS SECRETOS DEL LAGO. A raíz de las
inundaciones, muchos habitantes de Flores, Santa Elena y San Benito
sienten un terrible abandono por parte de las autoridades centrales.
La poca ayuda recibida les hace pensar que son una población
abandonada, por lo que en los jóvenes, adultos y ancianos han
vuelto a aflorar sentimientos independentistas, incluso anexionistas,
como suele suceder cada vez que ocurre una tragedia en el lejano
Petén.
El lago Petén Itzá, con 100
kilómetros cuadrados, no sólo encierra en sus aguas los secretos de
la leyenda de Sac Nicté, la princesa maya que prefirió morir
ahogada antes que traicionar a su esposo con el hombre que amaba,
sino que también es el protagonista de un ciclo de crecimiento del
nivel de sus aguas que se repite aproximadamente cada cincuenta
años. Según Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de
Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH),
a pesar de que el estudio que realizó la institución durante cinco
años parece ser completo, es necesario complementarlo con informes
más detallados que incluyan las características hidrogeológicas
del lago y las repercusiones sociales y económicas a corto y largo
plazos.
El problema actual de las inundaciones
de los municipios a la orilla del Petén Itzá se había visualizado
con anticipación. El régimen de lluvias en el lugar tiene relación
directa con el comportamiento del lago, por lo que, en los últimos
años, ha tenido un crecimiento considerable. Según el estudio, el
lago carece de drenajes superficiales y los subterráneos se han
tapado o ha disminuido su capacidad de evacuación del agua, lo que
contribuye a que el área de recargo de las aguas subterráneas haga
subir el nivel del lago.
El INSIVUMEH recomienda la
concientización de los habitantes de que se trata de un fenómeno
natural que repercute en la variación del nivel del agua, para lo
cual se les debe trasladar para poder delimitar una zona de peligro.
Incluso podría hacerse una infraestructura de protección a las ya
existentes. Evacuar el agua mediante un sistema de bombeo
resultaría dificil y costoso, ya que el lago se encuentra a un nivel
mucho más bajo (unos 70 metros) que el del río Cantetul, a donde se
podrían llevar las aguas. Otra idea es construir un canal de unos
doce kilómetros de largo, pero debe emplearse tubería de acero,
puesto que el terreno así lo amerita.
Marco Tulio Pinelo, presidente del
claustro de catedráticos del Centro Universitario de Petén, indica
que hubo estudios de israelíes para solucionar el problema del lago
y que daban similares recomendaciones. Sin embargo, aunque la
solución es onerosa, Pinelo cree que debe ponerla en marcha. "La
inversión sería de unos Q100 millones, lo cual resulta más
favorable si se toma en cuenta que en la actualidad las pérdidas se
calculan en más de Q200 millones", subrayó.
PETÉN LIBRE. Según un informe de la
Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), las inundaciones
afectaron 195 casas, causando problemas a unas 1,174 personas, en los
distintos municipios y aldeas alrededor del lago, sin contar algunas
no censadas. "La mayoría de hoteles y restaurantes que
funcionan en la ribera del lago se encuentran seriamente dañados,
por lo que esta actividad repercutirá negativamente en la economía
de la región", señala el documento. Además, muchas calles y
carreteras quedaron bajo el nivel del lago, que alcanzó la cota
entre 114 y 115 metros sobre el nivel del mar, la más alta en su
historia. Si a ello se suma el riesgo de epidemias ocasionadas por el
estancamiento del agua, el panorama petenera se torna cada vez más
oscuro.
En la isla de Flores, así como en
Santa Elena y San Benito, se ha generalizado un sentimiento de
abandono que hace a los habitantes razonar respecto a los muchos
beneficios que el departamento ofrece al país y que a cambio sólo
ha recibido en promedio un 2 por ciento del Presupuesto de la Nación.
"Sólo en divisas aportamos aproximadamente 471 millones de
dólares en materia de turismo, petróleo, madera, chicle, miel,
ganado, plantas follajeras y granos básicas, que el país exporta,
sin contar lo que queda para el consumo interno", comentó el
alcalde de Flores, Miguel Ángel Méndez. Según el jefe edilicio, no
es que los habitantes de Petén se quieran independizar, sino que el
sentimiento de abandono que los embarga es tal que la población ha
encontrado en la idea de separación una forma de catarsis. Según
Méndez, los jóvenes decoran las paredes de sus dormitorios con
dibujos alusivos a la independencia petenera, pero se trata de un
desahogo.
Julio Peregrino, comerciante, considera que las ideas
separatistas no son una novedad. Agrega que "antes no se daban
cuenta en la capital, porque dilataba meses la comunicación con
Petén. Yo recuerdo que, desde tiempos de Ubico, muchas veces se
habló de independencia. El problema es que un día de tantos la
gente se va a cansar más de la cuenta y va a encontrar un cabecilla
que le dé forma al movimiento, entonces será tarde para que el
Gobierno reaccione".
PROMESAS A GRANEL. Jóvenes y
ancianos, hombres y mujeres, hablan en las calles del problema del
lago y comparten las críticas al Gobierno central. "El
Presidente vino por presión del pueblo, no porque se preocupe por el
drama qu,e sufrimos", comentó Pinelo al criticar la visita de
Jorge Serrano a Petén a finales de octubre. Serrano visitó los
lugares afectados por las inundaciones acompañado de los ministros
de la Defensa, de Salud y de Comunicaciones, así como del presidente
del INTA. Según el gobernador departamental, Carlos Asturias, Serrano
ofreció trasladar a las personas afectadas que así lo quisieran a
la colonia Itzá (como albergue temporal), construida por el BANVI en
San Benito. También prometió entregar terrenos y 20 mil quetzales
de financiamiento para que se construyan viviendas en un terreno
comprado a la Municipalidad de San Benito. Un día después de la
visita presidencial, el Centro Universitario que funciona en Santa
Elena divulgó un comunicado en el que solicitó al Gobierno que las
casas, terrenos y préstamos se otorguen a las personas afectadas,
pues teme que, al igual que en otras oportunidades, pueda desviarse
la ayuda hacia otros que no la necesitan.
Así, entre promesas y
peticiones, los peteneras continúan con el agua a la cintura, algo
que han soportado a lo largo de la. historia y para lo cual las
soluciones parecen lejanas.
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