domingo, 25 de enero de 2015

Lo que el lago sacó a flote

*CRONICA, 5 de noviembre de 1992.

Las recientes inundaciones han hecho aflorar en los peteneros el sentimiento de abandono en que los tiene el Gobierno central.

SENTADO en las gradas de una casa vecina, un sexagenario observa, al otro lado de la calle, su vivienda inundada desde hace ya un mes. Frente a la fila de tasas abandonadas por las inundaciones nadan varios niños que se divierten bañándose en las calles anegadas. El anciano logró sacar a tiempo sus pertenencias y las trasladó a otro lugar, pero sus vecinos, confiados en que el nivel del agua bajaría, no hicieron caso de la creciente y hoy flotan sus zapatos bajo las camas. Él espera que el agua vuelva a su nivel normal para reparar los daños. Sin embargo, ignora que el crecimiento del nivel del agua es un fenómeno cíclico, natural, y que las posibles soluciones son muy riesgosas y antieconómicas. Igual que él, Jorge Guzmán, un vecino local, piensa que para solucionar el problema del lago debe eliminarse el relleno que va de la isla de Flores a Santa Elena.

LOS SECRETOS DEL LAGO. A raíz de las inundaciones, muchos habitantes de Flores, Santa Elena y San Benito sienten un terrible abandono por parte de las autoridades centrales. La poca ayuda recibida les hace pensar que son una población abandonada, por lo que en los jóvenes, adultos y ancianos han vuelto a aflorar sentimientos independentistas, incluso anexionistas, como suele suceder cada vez que ocurre una tragedia en el lejano Petén.

El lago Petén Itzá, con 100 kilómetros cuadrados, no sólo encierra en sus aguas los secretos de la leyenda de Sac Nicté, la princesa maya que prefirió morir ahogada antes que traicionar a su esposo con el hombre que amaba, sino que también es el protagonista de un ciclo de crecimiento del nivel de sus aguas que se repite aproximadamente cada cincuenta años. Según Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), a pesar de que el estudio que realizó la institución durante cinco años parece ser completo, es necesario complementarlo con informes más detallados que incluyan las características hidrogeológicas del lago y las repercusiones sociales y económicas a corto y largo plazos.

El problema actual de las inundaciones de los municipios a la orilla del Petén Itzá se había visualizado con anticipación. El régimen de lluvias en el lugar tiene relación directa con el comportamiento del lago, por lo que, en los últimos años, ha tenido un crecimiento considerable. Según el estudio, el lago carece de drenajes superficiales y los subterráneos se han tapado o ha disminuido su capacidad de evacuación del agua, lo que contribuye a que el área de recargo de las aguas subterráneas haga subir el nivel del lago.

El INSIVUMEH recomienda la concientización de los habitantes de que se trata de un fenómeno natural que repercute en la variación del nivel del agua, para lo cual se les debe trasladar para poder delimitar una zona de peligro. Incluso podría hacerse una infraestructura de protección a las ya existentes. Evacuar el agua mediante un sistema de bombeo resultaría dificil y costoso, ya que el lago se encuentra a un nivel mucho más bajo (unos 70 metros) que el del río Cantetul, a donde se podrían llevar las aguas. Otra idea es construir un canal de unos doce kilómetros de largo, pero debe emplearse tubería de acero, puesto que el terreno así lo amerita.

Marco Tulio Pinelo, presidente del claustro de catedráticos del Centro Universitario de Petén, indica que hubo estudios de israelíes para solucionar el problema del lago y que daban similares recomendaciones. Sin embargo, aunque la solución es onerosa, Pinelo cree que debe ponerla en marcha. "La inversión sería de unos Q100 millones, lo cual resulta más favorable si se toma en cuenta que en la actualidad las pérdidas se calculan en más de Q200 millones", subrayó.

PETÉN LIBRE. Según un informe de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), las inundaciones afectaron 195 casas, causando problemas a unas 1,174 personas, en los distintos municipios y aldeas alrededor del lago, sin contar algunas no censadas. "La mayoría de hoteles y restaurantes que funcionan en la ribera del lago se encuentran seriamente dañados, por lo que esta actividad repercutirá negativamente en la economía de la región", señala el documento. Además, muchas calles y carreteras quedaron bajo el nivel del lago, que alcanzó la cota entre 114 y 115 metros sobre el nivel del mar, la más alta en su historia. Si a ello se suma el riesgo de epidemias ocasionadas por el estancamiento del agua, el panorama petenera se torna cada vez más oscuro.

En la isla de Flores, así como en Santa Elena y San Benito, se ha generalizado un sentimiento de abandono que hace a los habitantes razonar respecto a los muchos beneficios que el departamento ofrece al país y que a cambio sólo ha recibido en promedio un 2 por ciento del Presupuesto de la Nación. "Sólo en divisas aportamos aproximadamente 471 millones de dólares en materia de turismo, petróleo, madera, chicle, miel, ganado, plantas follajeras y granos básicas, que el país exporta, sin contar lo que queda para el consumo interno", comentó el alcalde de Flores, Miguel Ángel Méndez. Según el jefe edilicio, no es que los habitantes de Petén se quieran independizar, sino que el sentimiento de abandono que los embarga es tal que la población ha encontrado en la idea de separación una forma de catarsis. Según Méndez, los jóvenes decoran las paredes de sus dormitorios con dibujos alusivos a la independencia petenera, pero se trata de un desahogo.

Julio Peregrino, comerciante, considera que las ideas separatistas no son una novedad. Agrega que "antes no se daban cuenta en la capital, porque dilataba meses la comunicación con Petén. Yo recuerdo que, desde tiempos de Ubico, muchas veces se habló de independencia. El problema es que un día de tantos la gente se va a cansar más de la cuenta y va a encontrar un cabecilla que le dé forma al movimiento, entonces será tarde para que el Gobierno reaccione".

PROMESAS A GRANEL. Jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, hablan en las calles del problema del lago y comparten las críticas al Gobierno central. "El Presidente vino por presión del pueblo, no porque se preocupe por el drama qu,e sufrimos", comentó Pinelo al criticar la visita de Jorge Serrano a Petén a finales de octubre. Serrano visitó los lugares afectados por las inundaciones acompañado de los ministros de la Defensa, de Salud y de Comunicaciones, así como del presidente del INTA. Según el gobernador departamental, Carlos Asturias, Serrano ofreció trasladar a las personas afectadas que así lo quisieran a la colonia Itzá (como albergue temporal), construida por el BANVI en San Benito. También prometió entregar terrenos y 20 mil quetzales de financiamiento para que se construyan viviendas en un terreno comprado a la Municipalidad de San Benito. Un día después de la visita presidencial, el Centro Universitario que funciona en Santa Elena divulgó un comunicado en el que solicitó al Gobierno que las casas, terrenos y préstamos se otorguen a las personas afectadas, pues teme que, al igual que en otras oportunidades, pueda desviarse la ayuda hacia otros que no la necesitan. 

Así, entre promesas y peticiones, los peteneras continúan con el agua a la cintura, algo que han soportado a lo largo de la. historia y para lo cual las soluciones parecen lejanas.

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