Hoy te ruego Señor de los señores
por los pobres que no tuvieron pan,
por Guatemala do anidan los dolores
que en nuestra mente jamás se borrarán.
Por las madres que lloran sin consuelo
perdidas a la sombra de las ruinas,
por los niños que están muertos de hielo,
por tantos corazones con espinas.
Por todos los que duermen olvidados
bajo escombros, el eterno sueño
¡Jesús! ¡Jesús! ¡Jesús de los cansados!
que descansen en paz, ya eres su dueño.
Por la viuda que vive solitaria
en los campos piadosos y sombríos,
por todos hoy elevo mi plegaria
pidiéndote también ¡ay! por los míos.
Por esa tierra que desigual creciera
hoy te pido gimiente, nazareno;
fue destruida en plena primavera
más es tu voluntad ¡no la condeno!
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