traducido y preparado por José Samuel Mérida
Estás viendo uno de los momentos más increíbles de la historia de la humanidad. Esos son Neil Armstrong y Buzz Aldrin, caminando en la Luna. Bueno, tal vez has visto este clip antes, pero piensa en eso por un segundo: están en la Luna. Un cuerpo celeste a más de 300,000 kilómetros en el espacio exterior. Esa distancia es como volar alrededor de la Tierra 9 ½ veces.
Millones de personas en todo el mundo observaron el 16 de julio de 1969, cuando el Apolo 11, con los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins despegó desde el Cabo Kennedy, Florida, y desapareció en el cielo. Fue el punto culminante de años de preparación e investigación, y el momento cumbre de la llamada "carrera espacial" entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, una rivalidad de años compitiendo por la supremacía en la exploración espacial. Durante los ocho días siguientes al lanzamiento, el mundo esperaba el regreso de los que serían héroes. Entonces, ¿qué pasó realmente entre aquí y aquí?
Comencemos con los componentes de la nave que fueron descartados uno por uno hasta que esto se convirtió en esto. Este es el cohete que envió a los astronautas al espacio: el Saturno V. Cada una de las tres etapas del Saturno V jugó un papel diferente en el lanzamiento de Apolo en el camino a la Luna; llegaremos a eso más adelante. En la parte superior del cohete está la mera nave espacial Apolo. Se compone de tres partes también. Está el módulo Lunar, el componente que eventualmente descendería en la superficie Lunar, el módulo de servicio, que tenía sistemas de propulsión para correcciones de rumbo y entrar y salir de la órbita, y el módulo de comando, donde los tres astronautas pasaron la mayor parte de la misión. Y por último, pero no menos importante, este es el sistema de escape de lanzamiento, que fue diseñado para extraer el módulo de comando del cohete si algo salía mal durante el lanzamiento. Juntas, todas estas piezas conformaron el cohete Saturno V y la nave espacial Apolo 11. Pero es la forma en que se separaron lo que hizo posible el aterrizaje en la Luna.
La primera etapa del Saturno V lanzó al Apolo, transportando la nave a 67 kilómetros sobre la Tierra y alcanzando una velocidad de aproximadamente 10,000 kilómetros por hora. La primera etapa se desprendió, y una vez que la segunda etapa de Saturno V dio inicio, el ahora innecesario sistema de escape de lanzamiento también fue eliminado. La segunda etapa impulsó a la nave espacial incluso más lejos y más rápido hacia el espacio, y después de que se separara, la tercera etapa del cohete se encendió brevemente para empujar al Apolo a una órbita de estacionamiento, 165 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Ahí, se hicieron los controles finales, y el Saturno V volvió a dispararse para poner al Apolo en rumbo a la Luna, en un movimiento llamado "inyección translunar".
Una vez que la nave espacial se alejó de la Tierra, el trabajo del Saturno V terminó. Ahora los astronautas debían realizar una maniobra en pleno vuelo para reconfigurar la nave para que la tripulación pudiera acceder al módulo Lunar, que había sido almacenado en un compartimento protector durante el lanzamiento. Para hacer esto, los módulos de comando y servicio se separaron y giraron 180 grados, acoplándose con el módulo Lunar y extrayéndolo. En el proceso, desacoplaron la tercera etapa, ahora inútil, del cohete Saturno. Todo este proceso de lanzamiento de alto riesgo sólo tomó alrededor de 3 ½ horas y este — la nave espacial Apolo completada — fue el resultado final.
Durante los siguientes tres días, el Apolo se deslizó por el espacio. Hasta que finalmente alcanzó su objetivo y fue puesto en órbita por la gravedad de la Luna. Aquí es donde la tripulación se separa. Armstrong y Aldrin se transfirieron al módulo Lunar, el Eagle, y descendieron lentamente hacia la superficie. Mientras que Collins continuaba rodeando la Luna en el módulo de comando, el Columbia. Ahora viene otra parte difícil: descender en la Luna. Para hacer realidad este momento histórico, el módulo Eagle giró y usó su motor para desacelerar su impulso y, finalmente, aterrizar en la superficie Lunar. “El módulo ha aterrizado.”
La caminata Lunar fue transmitida en vivo por televisión, inmortalizando las palabras de Neil Armstrong: "Es un paso pequeño para el hombre, un gran salto para la humanidad". “Creo que no escuché bien las palabras de Neil.” “'Un paso pequeño para el hombre', pero no escuché la segunda parte...” Luego de aproximadamente 21 horas y media en la Luna, el Eagle realizó el primer despegue desde un cuerpo celeste fuera de la Tierra, dejando su tren de aterrizaje detrás y sincronizando su ascenso con la órbita Lunar del Columbia para volver a unirse a la nave espacial. Una vez que Armstrong y Aldrin se transfirieron de nuevo al módulo de comando, el módulo Lunar ya no era necesario.
Al igual que antes, el Apolo necesitaba salir de la órbita. Esta maniobra se llama inyección transterrestre, y comenzó el viaje de 2 ½ días a casa. Al acercarse a su punto de entrada en la atmósfera de la Tierra y no necesitar más sus motores de propulsión, el Apolo abandonó el módulo de servicio y se preparó para el reingreso, protegido por el escudo térmico ahora expuesto en la parte inferior del módulo de comando. “El Apolo arde a través de los cielos, regresando a la Tierra a 40,000 kilómetros por hora.” Los paracaídas se desplegaron y el Columbia cayó de manera seguraen el Océano Pacífico. Y lo que una vez fue un gigante de 3,000 toneladas de cohete, combustible y carga se redujo a esto. Un pequeño módulo de comando que flota en el océano, con tres astronautas y muestras de rocas recolectadas de la superficie de la Luna.
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