viernes, 2 de noviembre de 2018

"El Señor Presidente" de Miguel Angel Asturias (RESUMEN)

El Pelele y sus compañeros mendigos sin hogar yacen durmiendo a la sombra de la catedral mientras cae la noche. Demasiado pobres para pagar multas, generalmente no son perturbados por la policía, pero el Coronel Sonriente decide divertirse atormentando a el Pelele, cuyo único consuelo en su miserable vida son los recuerdos de su madre. Cuando el coronel lo despierta gritando "¡Madre!" En su oído, el Pelele salta y golpea al coronel hasta matarlo.

Los mendigos son detenidos por la policía y torturados para revelar la identidad del asesino. Por extraño que parezca, la respuesta correcta, del Pelele, no parece satisfacer a la policía. Claramente, las autoridades quieren culpar del crimen a otra persona.

Mientras tanto, el Pelele huye por las calles de la ciudad hasta que se cae y se rompe una pierna. Es atacado por un zopilote y habría muerto de no haber sido por la intervención de un misterioso y asombrosamente apuesto hombre llamado Miguel Caradeangel.

Caradeangel es un asesor no oficial del presidente, un despiadado tirano. El presidente informa a Caradeangel que tiene un trabajo para él, pero bastante complicado. Un enemigo político del presidente, el general Canales, será implicado en el asesinato del coronel Sonriente, pero no conviene a los propósitos del presidente arrestarlo. Más bien, Caradeangel obliga al general a convertirse en un fugitivo al decirle a uno de sus sirvientes que la policía está en camino de arrestarlo.

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Después de que el general huye, Caradeangel, ayudado por los matones Vásquez y Rodas, asalta la casa del general y secuestra a su hija, Camila. Amablemente Caaradeangel le asegura a Camila que ayudó a que el general escapara por bondad de su corazón y que la esconde en una posada del vecindario para protegerla de los enemigos de su padre. Independientemente de sus intenciones originales, esta "línea" pronto se convierte en la verdad, ya que Caradeangel se enfrenta a una emoción y motivación totalmente nuevas: el amor.

En lugar de abusar de Camila, Caradeangel se preocupa por su bienestar. Intenta encontrar un lugar para que ella se quede, comenzando con su tío, Don Juan Canales. Aquí, sin embargo, Caradeangel comienza a aprender las consecuencias de vivir en una nación gobernada por un tirano, un tirano para quien trabaja Caradeangel. El tío de Camila se niega a ayudar a su sobrina por temor a ser agregado a la lista de enemigos del presidente. Caradeangel se queda con una niña indefensa e inocente por quien sus afectos y preocupaciones crecen cada hora.

Mientras tanto, la policía realiza su redada oficial en la casa del general Canales. Allí, al no encontrar a nadie, declaran que el general es un fugitivo que huye de las consecuencias de su crimen y también comienzan a arrestar a personas sospechosas de ayudarlo a escapar (aunque el plan para permitirle escapar fuera el del presidente).

Una de las personas arrestadas es Fedina de Rodas, esposa de uno de los secuaces de Caradeangel. Fedina es encarcelada junto con su bebé. Peor que su brutal tortura es el sufrimiento de su bebé, que muere de hambre en sus brazos. Fedina finalmente es liberada de la prisión y obligada a ganarse la vida en una casa de prostitución. Todo esto le sucede a Fedina a pesar de que no sabe nada de la fuga del general ni de su paradero.

En ese momento, de hecho, el general está lejos de la ciudad, escondido en una cabaña abandonada en el campo. Finalmente, comienza a encontrarse con algunos de los campesinos que viven cerca, casi todos los cuales sufrieron mucho a manos de los ricos y poderosos. Al escuchar sus historias de explotación, el general se da cuenta gradualmente de qué sistema político corrupto ha pasado sirviendo toda su vida. Finalmente, el general se escapa a la zona pantanosa, jurando regresar y luchar por la gente.

De vuelta en la ciudad, Caradeangel se siente cada vez más enamorado de Camila. Después de cuidarla durante de una enfermedad casi fatal, se casa con ella y se instalan en la ciudad. Sin embargo, su felicidad se ve empañada por dos factores. El padre de Camila, el general Canales, muere (probablemente envenenado) en vísperas de liderar una banda de rebeldes contra el presidente, y Caradeangel cae en desgracia con el presidente debido a su matrimonio con la hija del viejo enemigo del presidente.

En efecto, el presidente toma su inevitable venganza. Primero le ordena a Caradeangel ir a Washington, DC, por asuntos del gobierno, pero lo tiene arrestado en el camino. Camila nunca vuelve a ver a su marido. Al final, Caradeangel languidece en prisión, torturado por los falsos rumores de que su esposa es la amante del presidente.

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