domingo, 4 de noviembre de 2018

"La Serpiente de Oro" de Ciro Alegría (RESUMEN)

La Serpiente de Oro es una descripción poética de la vida cotidiana de un pequeño pueblo a orillas del poderoso río Marañón, en el centro-norte de Perú. En lugar de tener una sola trama central, los diecinueve capítulos son una serie de historias o episodios relacionados contados por el narrador, Lucas Vilca, un balsero y granjero del Valle de Calemar. Lucas Vilca participa en los incidentes relatados y sirve como un narrador omnisciente que relata y generaliza. Las historias que cuenta Lucas Vilca incluyen muchas aventuras en el río, descripciones de festivales y celebraciones religiosas, encuentros con policías estatales, dramas intensos de supervivencia en medio de peligros naturales y relatos de supersticiones, costumbres y folclore. Muchos de los episodios son historias cortas completas en sí mismos, pero su efecto también es acumulativo: son todas representaciones líricas de la unidad del hombre y la naturaleza en el valle de Calemar.

El río Marañón domina la vida de los aldeanos que viven a su lado. Los cholos (parte india, parte española) de Calemar son pescadores y hombres de balsas que se ganan la vida transportando viajeros y ganado a través del río. Respetan y se regocijan con el poder del enorme río mientras corre a su lado, rugiendo contra los acantilados, agitándose sobre las rocas, deslizándose de manera expansiva a través de tramos abiertos, llevando a hombres y animales a sus destinos o a sus muertes. Los años se miden en términos de estaciones lluviosas, que hacen que el río se hinche e inunde, y estaciones secas, cuando los rápidos son traicioneros y los peces son fáciles de atrapar en charcas poco profundas. Los hombres viven en estrecha armonía con los ritmos naturales del gran río, apreciando la extraordinaria belleza de su entorno y desconfiando de los peligros de esta forma de vida.

Calemar es representado como un jardín primitivo del Edén donde los plátanos, los aguacates, las naranjas y la coca crecen en abundancia. Es un paraíso frágil, una comunidad utópica que depende del trabajo continuo, el espíritu positivo y la adaptabilidad de los hombres y mujeres que eligen esta vida. Tanto los peligros naturales (serpientes, enfermedades, rápidos, deslizamientos de tierra) como las amenazas humanas (soldados del estado, la inevitabilidad del desarrollo comercial a escala nacional) amenazan la supervivencia autónoma de esta pequeña comunidad aislada; sin embargo, en toda la Serpiente de Oro, los aldeanos triunfan más de un peligro tras otro, no solo sobreviviendo a las dificultades sino también celebrando su ingenio, valor, persistencia y buena fortuna en rituales y cuentos alegres. Mientras los balseros cruzan las aguas furiosas del Marañón, cantan una canción al río, reconociendo su fuerza y ​​poder pero afirmando el derecho del hombre a vivir y prosperar en este entorno: “Río Marañón, déjame pasar. / Eres duro y fuerte, no tienes perdón. / Río Marañón tengo que pasar. / Tú tienes las aguas; / yo mi corazón”. La Serpiente de Oro es una canción de celebración de la belleza y la nobleza del hombre y la naturaleza.

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